Aunque el shibari y el bondage tienen similitudes, no son lo mismo. Ante todo, aclaremos, que en ambos el cuerpo humano se ata pero mientras en uno se inmoviliza y se atormenta a la pareja completamente, en el shibari no ocurre lo mismo.

El término no viene de la cultura occidental, sino de la milenaria cultura japonesa y fue utilizada durante siglos para inmovilizar a los detenidos, sobre todo a los samurais, pero ahora ha pasado a la esfera sexual con una belleza depurada que deberían imitar los violentos en el sexo del mundo de occidente. Los japoneses aportan con este ritual una nota de estética y placer infinitos, sin necesidad de violencia y con un poder mayor de satisfacción espiritual.

Para definir mejor al shibari, hay que tener presente esta palabra que lo resume todo, refinamiento, y sigue una serie de pautas muy curiosas:

  •  La persona que se inmoviliza no tiene que estar completamente inmovilizada, pude estarlo solo parcialmente.
  • Se sigue un protocolo que lleva su tiempo: primero, se inmoviliza el tronco, después las nalgas, en el tercer paso en vientre y luego todo el cuerpo. Muchas veces se queda solo en uno, dos o tres pasos, como convengan, para que la pureza del acto del shibari sea más estético y placentero.
  • En ningún momento se ata a la pareja para crueldad o violencia, solo persigue el fin de relacionar el cuerpo con meridianos energéticos.
  • Se emplea para el sexo, la meditación, el placer y hasta para artes curativas, según el fin que persigan y con el consentimiento de la persona que se atará.

La belleza del arte del shibari está conceptuada en la manera de atar, pues las cuerdas y su tamaño precisan reglas, y cada momento de los tres principales se asocia con una palabra simbólica:

  • El tronco, es donde aparecen los senos y se asocia con las perlas.
  • Las nalgas se asocian con los cerezos, muy importante en la cultura japonesa.
  • El vientre, que es la tercera parte se asocia con el cuerpo humano.
  • Cada uno de estos pasos sigue un ritual exhaustivo, donde intervienen los tres puntos claves del shibari: la modelo, la cuerda y el maestro.

Luego de terminar el shibari, que ha requerido  un proceso lento y espiritual, se busca el éxtasis, las emociones al límite y la magia espiritual.

SIMILAR ARTICLES

1 COMMENT

Leave a Reply