Los humanos mantenemos conductas que se sistematizan por la inercia,  y debemos erradicarlos porque se convierten en hábitos dañinos para nosotros. Te voy a decir algunos ejemplos para que lo compruebes.

Cuando salimos un día con un grupo de amigos, y lo pasamos requetebién, tratamos de mantener ese ritmo, porque nos atrae seguir haciéndolo, y es ese el motivo por el que muchas veces tenemos que decirnos ¡basta!, porque todo no puede ser fiesta. Lo mismo ocurre cuando pasamos unas vacaciones ideales en un lugar, queremos repetirlo, porque nos atrae mantener el buen estado que surtió en nosotros esos días agradables.

Por otra parte, puede ocurrir que cuando nos enganchamos en la casa con la programación televisiva, para ver seriales, películas, en fin, nos sentamos frente a la tele, cuesta trabajo que aceptemos invitaciones a salir porque la inercia nos atrapa, y preferimos estar sentados disfrutando lo que se ha convertido en hábitos.