Las chicas de hoy tienen mucho que cabrearse con las romanas del imperio antiguo, o agradecerle, según sus gustos en lencería.
El caso es que la lencería femenina tuvo sus inicios, según se tiene noticia, aproximadamente en el siglo IIIA.C, cuando el refinamiento de las romanas les hizo vestirse con un especie de braguitas llamadas subligaculum, que podría ser la tentación de aquellos bélicos hombres a su regreso de las campañas guerreras. Y en el pecho, no se quedaron atrás, una banda sujetaba los pechos que servía también para guardar sus joyas y otros secreticos como cartas y hasta el dinero. Me imagino a los maridos metiendo la mano para coger la «pasta».
Lamentablemente, los siglos siguientes fueron una frustración para esa lencería, y solo en el siglo XX se consiguieron modelos sencillos para el sujetador y las bragas, las que hoy se han convertido en una de las prendas más lujosas y la más sexy de todas las mujeres.
