Con el nombre de Sakura Fubuki llaman en Japón a la estupenda caída de la corola de las flores del cerezo. Los cerezos son un símbolo de Japón, el símbolo de la belleza efímera, pero placentera.

Cientos de visitantes acuden a presenciar el suave espectáculo de esos delicados pétalos, que se difunde en el país por todos los medios posibles, como la radio, la prensa, la televisión, internert, y hasta por propaganda gráfica.

Todo lo relacionado con la floración de los cerezos tiene un nombre específico muy conocido en todo el archipiélago. Observar las flores es conocido como hanami, y se denomina sakura fubuki cuando sus pétalos se desprenden proporcionando una lluvia que tal parecen copos de algodón, los que a su vez cubren la tierra como una alfombra.

Cuando los padres nombran a una niña al nacer con el nombre de Sakura, sienten un orgullo inigualable, y lo mismo sienten las mujeres que lo han recibido de por vida.

En los versos, la prosa, el teatro, la música, la pintura, en fin, en las artes, el espectáculo que muestran estos árboles florecidos, aparece en cualquier momento de las obras. Las pinturas y grabados, desde la antigüedad, no cesan de presentar a los cerezos en flor, y éstas aparecen también en los kimonos, en la cosmética, los pañuelos, los abanicos, y en todo lo que sea eminentemente japonés.